Las cadenas del hábito, por lo general, son demasiado pequeñas para poder notarlas, hasta que se vuelven demasiado fuertes para poder romperlas.
Samuel Johnson

miércoles, 8 de julio de 2015

BAILAR AL RITMO DE LA NATURALEZA

Todo en este universo hasta la particula mas pequeña vibra mostrando la energia que la compone en su propia frecuencia. Las particulas de una molécula se ponen de acuerdo y emiten una vibracion resultante. Todas las particulas de este planeta se aunan para emitir una pulsacion resultante en la que estan todas. Cada ser vivo pulsa a su propio ritmo pero todos los seres vivos desde el mas simple al mas complejo, estan envueltos en la misma musica y bailan guiados por su batuta ancestral.
El contacto con la naturaleza es una necesidad basica del ser humano. Si durante la niñez nos fue insistentemente negada, para sobrevivir a nuestra frustración, decidimos odiarla o sentirnos indiferentes a ella.
Cuando despues de una vida sin contacto con los ritmos naturales nos acercamos al mundo de la horticultura y jardineria, arrastramos con nosotros el habito de manipular objetos sin tener en cuenta nada mas que nuestros objetivos. Navegando en el mar tumultuoso del dialogo incesante de nuestra mente no oimos la musica ni siquiera imaginamos que exista y refleje la absoluta conexion de todo lo que existe.
Y las cosas no encajan y los problemas se enquistan hasta la desesperacion.
Es como cuando uno quiere bailar y no sabe. Durante mi niñez, apenas tuve contacto con la musica ni con el baile y en la adolescencia aunque lo probé era dificil y me sentia ridiculo. Lo desestime y conclui que los que bailaban parecian amanerados y seguramente eran gente poco fiables. Hace seis meses decidi aprender a bailar.
Han sido meses duros como lo es siempre modificar habitos de una vida, Escuchas la musica y sigues el ritmo que marca. El cuerpo fluye y se deja llevar por él y la mente cada vez interviene menos. Compruebas que cada persona tiene sus propias particularidades y cuando bailas con ella tienes que tenerlas en cuenta. Te vuelves receptivo a la que emite, conectas, la fluidez  llega.y todo encaja.
Tras ese periodo critico todo empieza a fluir, y solo entonces empiezas a disfrutar.
Cultivar es relacionarse con seres vivos. Lo primero es conectar con su musica
La impaciencia impide conectar con su escala temporal, mucho mas lenta que la que agita nuestra mente acelerada. Aprendiendo a ser pacientes se hace posible una especie de dialogo en el que cada accion nuestra obtiene una respuesta de la planta.
Si nos puede la prisa en conseguir nuestros objetivos, ya sean floraciones o kilos de hortalizas, las regamos y abonamos insistentemente hasta agobiarlas. Es lo mismo que cuando bailas y preocupado por la figura que quieres conseguir, tus pies dejan de seguir el ritmo.
Dilucidar lo que hay que hacer, en que medida y en que momento puede parecer en principio muy complicado hasta que logramos conectar con el lento y pausado tempo de las plantas, percibimos claramente sus necesidades.
Ellas en contrapartida, nos llevan de vuelta al presente. Nos muestran el camino para recuperar lo que nunca debió perderse.











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